jueves, 25 de abril de 2013

Con un ramo de siemprevivas 



La muerte de Blanca, en los primeros días del mes de abril. No se sabe muy bien lo que significa desaparecer en extrañas circunstancias, porque la desaparición es -también la vida misma- lo suficientemente extraña como para no necesitar de adjetivo alguno.


La muerte deja siempre ese largo sabor de incomprensión en los labios, esa amarga extrañeza a la que no podemos dar respuesta, porque nada, absolutamente nada, llegamos a comprender, especialmente cuando se trata de una persona a la que hemos profesado cercanía y cariño.


Y esas ganas de girar en el sentido inverso las agujas de todos los relojes.

sábado, 20 de abril de 2013


Cataclismos de Juan López




Hoy se clausura la exposición del artista Juan López Salvador exhibida durante estos últimos meses en las Salas de Arte del Instituto Cabrera Pinto (La Laguna, Tenerife), y antes en las salas de La Regenta (Las Palmas de Gran Canaria). Producida por el Gobierno de Canarias, esta muestra retrospectiva compuesta por más de medio centenar de obras en hierro o madera de tea ha dado buena cuenta del trabajo del escultor desde principios de los años ochenta del pasado siglo hasta el presente.




Como ocurre con buena parte de los artistas que trabajan en Canarias, las esculturas de Juan López Salvador se nutren de la contemplación del paisaje, pues sus piezas sugieren abruptas escenas de la orografía del territorio en el que le tocara vivir. Con todo, el escultor ha logrado articular un lenguaje propio en lo que se refiere al tratamiento y la manufactura de los materiales, y sus obras insisten en unas cuantas obsesiones mínimas que lo acompañan en su trayectoria y que atraviesan de principio a fin todas y cada una de sus obras: la imagen del cráter y del acantilado como experiencias límite del vértigo y del asombro.


Hendiduras en la materia; un cúmulo de perforaciones. Cráteres o cataclismos, Juan López Salvador construye esculturas con el tiempo dentro.


Cráteres, acantilados; hendiduras en la materia original, en la tea procedente de árboles titánicos, de pinos de antiguos bosques.


Hendiduras, grietas, perforaciones: el vacío que queda tras la huella de una palabra perdida o un nombre olvidado. El temor a la pérdida; al extravío indefinible. La materia misma del olvido.






Lo mismo que si quisiéramos domesticar a nuestro capricho los impulsos de la Naturaleza, Juan López Salvador gusta de forjar trampas de hierro para atrapar la lluvia; cepos de metal para engañar al viento. El escultor como dueño y señor de una sintaxis que le ha sido dictada por el discurrir del agua; por el soplar del viento.


Madrigueras en espiral de las que surgen ojos.







[www.jlsalvador.com]

[Juan López Salvador, Cataclismos. Salas de Arte del Instituto Cabrera Pinto. Gobierno de Canarias. De martes a viernes de 11h. a 14h. y de 17h. a 20h. Sabados y domingos de 11h. a 14h].

martes, 9 de abril de 2013

Las Pitas





Las piteras en flor, punzantes como animales panza arriba: afiladas garras bajo la inclemencia de una luz que no cesa. Desafiantes dedos o lanzas o dardos dirigidos contra los celajes.


A veces, aparecen ante nuestros ojos, secas, sin colores, a punto de perder el equilibrio, como adargas de viejas huestes medievales tras la contienda, como cuerpos tendidos al sol después de la batalla.



Flechas apuntando hacia lo alto, señalando con su índice fijo la soledad de algún dios, tan alto y tan lejano, acaso, inexistente.




Una pitera no es sólo una pitera. Contemplamos la estampa no a partir del paisaje natural, sino desde la imagen recordada en una pintura de Jorge Oramas. Y así, la imagen real y la trasladada al lienzo se abrazan en nuestra mirada, absolutamente.  


La pitera en flor, al aire libre, taladrando la mirada, dueña y señora de reinos de nadie.





lunes, 8 de abril de 2013


Piedra y Cielo



Celebramos la reaparición de la Revista de poesía, arte y pensamiento, Piedra y Cielo, que tras siete años de silencio ha iniciado, recientemente, su segunda época, esta vez prescindiendo del formato impreso sobre papel en beneficio del diseño digital y la difusión en la red. Con una periodicidad trimestral y una propuesta gráfica de Ismael García, Piedra y Cielo pretende crear un espacio de reflexión crítica sobre los procesos culturales de nuestro presente, atendiendo sobremanera a la reflexión sobre el lenguaje poético y sus distintas manifestaciones, no sólo literarias, sino también aquéllas que trascienden la palabra para conciliarse con no importa qué disciplinas artísticas. 

En su segunda entrega, todavía es pronto para hacer una valoración global de los contenidos de la revista, pero desde aquí queremos celebrar la vocación de continuidad de esta revista realizada desde Canarias como espacio de pensamiento y de reflexión. 

El Consejo de Redacción de Piedra y Cielo está formado por los escritores Sergio Barreto, Jordi Doce, Régulo Hernández, Alejandro Krawietz y Francisco León.  

Vaya para ti, así pues, Piedra y Cielo, revista de ida y vuelta, nuestro saludo militar; nuestra bienvenida más acalorada; nuestro saludo de elefante en cacharrería; nuestros vítores con pajarita y chistera. 

http://www.piedraycielo.eu/