domingo, 12 de diciembre de 2010

Elogio de la letra pequeña


Guardaba para ti, letra pequeña, mi elogio de medianoche. Mi saludo de hoy. Mi toque de cornetín. Mi arrorró más tierno.

Sólo para ti, letra pequeña, es este elogio pronunciado en voz baja; para tu andar descalzo sobre todos los papeles, para tu dulce caminar de cenicienta encantada y escurridiza que embruja la mirada de quien te lee. Sólo para ti, letra infinitesimal y peleona, mi saludo sin condiciones.

Guardaba para ti, letra pequeñita, mi más hermoso canto, mi elogio más dulce, mi cola de conejo de la suerte. Para la gracia de tu sorondongo; para la gracia de tu tajaraste con golpe de gracia.

Para ti, letra pequeña, daga del desdichado, hormigueante danza remolona, espejo en el que se miran economistas, duques altisonantes, juristas grandilocuentes y señores de barba enjuta.